Los Circuitos Cerrados de Televisión se pueden personalizar para adaptarse a la naturaleza y necesidades de seguridad de cada cliente. Actualmente estos sistemas proporcionan imágenes de gran calidad tanto de día como de noche, además de ser muy fáciles de usar y de entender su funcionamiento. ¿Cuál es su principal función? La de obtener imágenes que puedan ser utilizadas como pruebas de forma útil y que permitan analizar los incidentes.
Este tipo de cámaras de seguridad han evolucionado hasta presentar imágenes de gran resolución, de tal forma que permitan analizar e identificar todo lo que en ellas se capture. Si no fuera así, estas cámaras no tendrían ninguna utilidad.
Las cámaras CCTV están disponibles en varios sistemas: digitales, analógicos, con cable, sin cable, etc. No obstante, todos ellos comparten los mismos componentes: cámaras CCTV, una lente CCTV, monitor CCTV, cables que llevan la señal (en caso de que el sistema sea cableado), etc.
Las imágenes captadas por las cámaras CCTV son enviadas a un monitor CCTV y grabadas. Además, los recientes avances en tecnología permiten grabar el movimiento y notificar las incidencias de forma automática. De esta forma las cámaras solo graban cuando detectan movimiento, lo que permite ahorrar energía y espacio de almacenamiento. La notificación de eventos consiste en el envío de mensajes de texto o emails cuando se detecta alguna actividad.